Los derechos que no tenemos a día de hoy en España el colectivo transexual
Sinceramente, no sabía cómo titular esta publicación. Sólo sé que hoy me apetecía escribir algo para desahogarme ante tanto odio e ignorancia que he presenciado por parte de gente que, al contrario que en otras ocasiones, eran transfobos patrios.
Todo ha empezado con un vídeo de la cuenta española de Twitter con motivo del día de la mujer. Como podéis ver, la protagonista es Juani Bermejo, una ingeniera trans que se dedica a la informática cuántica y de la que ya incluimos en algún otro post una entrevista suya sobre su experiencia como científica, mujer y trans. Por un momento he dudado si entrar a leer los comentarios o simplemente guardar el tuit para comprobar en otro momento si había algo transfóbico y añadirlo a nuestro post sobre transfobia y homofobia. He decidido entrar y vaya si ha sido un error. Intento no contestar a sujetos transfóbicos ni homofóbicos por el bien de mis neuronas y me limito a reportar aquellos comentarios que incumplen la normativa de Twitter, pero el disgusto de leer tanta mierda no me lo quita nadie. Como muchos de ellos acabarán borrados, y algunos ya lo han sido, procedo a incluir capturas de lo que me ha parecido más vomitivo y no, no voy a censurar nombres en esta ocasión.
El caso es que la gente, llamémosla, facha se queja de que, según ellos, la izquierda se haya apropiado de nosotros y de nuestras reivindicaciones, pero luego ellos nos usan como arma contra los que consideran que son sus adversarios (musulmanes) y se dedican a hacer precisamente lo mismo (o casi) que los fanáticos de esa religión, apoyando la derogación de leyes que no se han leído, demostrando una ignorancia sobre sexualidad tan grande como la de sus enemigos y hasta apoyando a organizaciones como Hazte Oír -Vox Andalucía la calificó de organización de utilidad pública- y sus ramificaciones Citizen Go y Actuall. La cara de cemento armado.
Sean de donde sean, alaben al dios que alaben, son la misma basura que contribuye a que los que somos lgtbi no vivamos en igualdad respecto al resto. Hasta hace bien poquito, alguien trans que quisiese modificar su dni y, por consiguiente, su partida de nacimiento, tenía que esperar dos añazos de tratamiento hormonal antes de poder presentarse al registro civil e iniciar la solicitud. Para quienes no lo sepan, cualquier otra persona que quiera modificar su nombre legal no tiene que esperar ningún periodo de tiempo en concreto. Basta con que pueda demostrar que está usando su nuevo nombre en su día a día -lo cual para algunos es una jodienda muy gorda, todo hay que decirlo- para que le reconozcan lo que pide y se modifique la partida de nacimiento y el dni. ¿Qué sucedía también hasta hace poco? Pues que la ley no permitía a ningún menor trans acceder al tratamiento hormonal, incluso cuando tenía en sus manos un diagnóstico psiquiátrico de disforia de género (este fue mi caso). Daba igual que tus padres estuviesen dispuestos a firmar una autorización para que se te pudiese otorgar dicho cambio, daba igual que llevases un porrón de años acudiendo a la unidad de género de turno y los especialistas de ahí estuviesen a favor de ayudarte en ello, porque la ley era la que era e infringirla les podía poner en apuros tan gordos como el cierre de la unidad y cosas peores. Pedir una autorización judicial era un proceso largo y engorroso que podía llevarte más tiempo del que te quedaba para ser mayor de edad y poder recibir las putas hormonas, con lo cual empezabas un tratamiento que necesitabas tarde y te cambiabas el dni todavía más tarde, quedándote expuesto a cientos de situaciones incómodas y hasta peligrosas que implicasen enseñar el dni o usar el nombre legal. Todavía recuerdo como, en una renovación de dni que tuve que hacer, la que me atendió no se creía que ese dni sin cambiar aún fuese mío. Imagina tener que dar explicaciones a desconocidos sobre un detalle de tu vida del que no debería enterarse nadie que no te conoce de antes de transicionar, a menos que tú lo decidas. Imagina la vergüenza de que te llamen en la sala de espera del médico por el nombre legal porque tu doctor habitual, el que sabe cómo te llamas ahora, no está ese día y la gente se te queda mirando, murmurando o hablando en voz alta sin importarles que les oigas. Imagina que incluso cuando han modificado las leyes recientemente y han facilitado mucho la vida a los menores trans, a los mayores de edad todo les sigue siendo un camino pedregoso y lento. Imagina ir a buscar trabajo y por notarse que eres trans, tu candidatura sea automáticamente descartada.
Imagina además que ser algo que no has elegido y que no afecta a nadie más que a ti y, en menor medida, a tus más allegados, conlleve recibir comentarios como los ya analizados arriba. Imagina meterte a redes sociales o foros que no tienen nada que ver con sexualidad y acabar encontrarte todos o casi todos los días con mierda que no te dicen directamente si no haces público que eres trans o lgbi, pero que a fin de cuentas también va dirigida a ti. Mierda como tacharte a ti y al colectivo trans o incluso a todo el lgtbi de enfermos mentales y locos. Imagina contestar y defenderte a ti y a los demás y que encima te tachen de irrespetuoso, de querer coartar la libertad de expresión -por lo visto dicha libertad no va de la mano con poder replicar a los demás-, de sectario, de amargado... todo porque MUCHA gente, pese a la tolerancia que se ha ido extendiendo por nuestro país, todavía se cree que puede hablar de lo que no conoce, cagándola estrepitosamente, creyéndose con derecho de determinar si TÚ sufres discriminación o no en base a lo que ellos ven y oyen en su entorno, creyéndose que la biología es tan simple como la introducción que dan en primaria y secundaria y que su profundo desconocimiento de ella justifica la discriminación, los insultos y la negación de tu identidad, de quien eres, todo esto sin derecho a réplica. Ahora imaginad que después de tener que soportar mierda así todos los días acabas con los ánimos por los suelos, con inicio de depresión, con ideación suicida, y para colmo, los mismos que se han encargado de enterrarte en la mierda ahora te dicen que eres un cuentista, que eres parte de un lobby que quiere vivir de subvenciones y de dar pena, que toda la ciencia que les muestras y que no dice lo que ellos afirman no es ciencia de verdad y la has pagado tú y los tuyos, que por ende no van a participar en "tu fantasía", citando literalmente al sinvergüenza de Laje, que te "disfrazas de mujer por deporte" o viceversa. Esta es la realidad de las personas trans a día de hoy de hoy en España: no tenemos derecho a vivir conforme a nuestra identidad real sin tener que aguantar lo que la gente cisexual/no transexual, por suerte, no vive ni vivirá jamás. El hecho de que en otros sitios esa realidad sea aún peor y más peligrosa realmente no consuela a nadie. Es por ello que los que aún podemos ponernos en pie y pelear seguiremos haciéndolo de un modo u otro; en mi caso, por medio de este blog y de la página Skeptical Gay, a la que me he unido recientemente y espero aportar contenido útil para los seguidores. Pelearemos tanto por cambiar esta realidad en España como para otros países y venceremos, más pronto o más tarde, pero venceremos.
Bonus track: desempleo de la población transexual en España.
Todo ha empezado con un vídeo de la cuenta española de Twitter con motivo del día de la mujer. Como podéis ver, la protagonista es Juani Bermejo, una ingeniera trans que se dedica a la informática cuántica y de la que ya incluimos en algún otro post una entrevista suya sobre su experiencia como científica, mujer y trans. Por un momento he dudado si entrar a leer los comentarios o simplemente guardar el tuit para comprobar en otro momento si había algo transfóbico y añadirlo a nuestro post sobre transfobia y homofobia. He decidido entrar y vaya si ha sido un error. Intento no contestar a sujetos transfóbicos ni homofóbicos por el bien de mis neuronas y me limito a reportar aquellos comentarios que incumplen la normativa de Twitter, pero el disgusto de leer tanta mierda no me lo quita nadie. Como muchos de ellos acabarán borrados, y algunos ya lo han sido, procedo a incluir capturas de lo que me ha parecido más vomitivo y no, no voy a censurar nombres en esta ocasión.
Este ha sido en respuesta a Lara Santaella, una trans fotógrafa que ha acudido a la marcha en su ciudad y que ha contestado (inútilmente) a algunas de estas amebas. Recordemos que una mutilación implica separar un miembro del resto del cuerpo, generalmente de forma violenta. Una cirugía NUNCA se puede calificar así, a menos que la haga un carnicero, como no. Dependiendo de qué diccionario manejemos, amputación podría ser más o menos correcto pero no lo sería completamente porque en el caso de las cirugías genitales no se está separando (por ejemplo, en la vaginoplastia) el pene del resto del cuerpo, sino que se extrae el cuerpo cavernoso y los testículos, y la piel es la que se invertirá para crear la llamada neovagina. Es decir, que parte de los genitales típicamente masculinos se elimina pero la otra parte es sobre la que se crean los nuevos. No se está, pues, separando una extremidad en su totalidad del resto del cuerpo, tal y como vemos en las definiciones de mutilación según distintas fuentes. Obviamente, esto a esta gente se la suda olímpicamente y se dedican a soltar estas palabras a sabiendas del matiz negativo que las acompaña.
Como no tenía nada escrito en la bio, me ha dado por meterme en su perfil. Con sólo ver esas imágenes, que circulan de vez en cuando por redes sociales intentando comparar la licantropía con la transexualidad he sabido que no me hacía falta ver más.
Una cuenta que se considera feminista radical dejando caer que Juani no es una mujer.
Otra radfem que va más allá de insinuar que es un hombre y tacha de machismo y misoginia que se le dé voz a una trans. Lo típico con estas tipejas.
En este caso, tenemos a un patriota (inserte aquí muchas comillas) que no entiende que el 8 de marzo es el día de la mujer y que se le ha dado voz por eso y por su trayectoria académica. Lo de meter la política de por medio e ignorar que los comentarios dejan claro que ni Juani ni el resto de gente trans somos libres ni respetados independientemente de nuestra sexualidad como el resto de la población cisexual ponen la guinda al pastel.
Preocupantes los 300 y pico likes.
A esto le he sacado captura porque no me deja de parecer gracioso que haya gente de extrema derecha que han interiorizado el dogma de que los comunistas, los marxistas y etc nos defienden siempre, y aunque buena parte de las ocasiones sea así, por lo menos en Occidente, he aquí un ejemplo de que ser/estar cerca de extrema izquierda no te exime necesariamente de ser un puto subnormal sin ninguna idea de transexualidad y con cero respeto a los demás.
Por lo visto, ser transexual te excluye de ser hombre o mujer. Al menos hay que agradecerle que no nos haya mencionado a los hombres trans, incluyéndonos en las reivindicaciones feministas a la par que nos llaman mujeres o hembras, como hacen otras térfidas.
Otra con la cantinela de la misoginia y el victimismo barato. Chupito por mencionar a la tan manida teoría queer, lo habitual ya en las tipejas terfs desde que se lo han oído a las feministas terfs institucionales, que afirman que nuestra existencia no es tal y somos un producto de dicha teoría.
Más infraseres con cero conocimiento y respeto hacia lo desconocido.
Seguiría exponiendo a más GENTUZA pero con estos ejemplos creo que es más que suficiente. Todo esto de gente que habita en un país que es de los más tolerantes con nosotros. Si esto sucede en un sitio así, imaginaros la de mierda que tienen que soportar nuestros compañeros trans de otras partes del mundo menos afortunadas. Me hacen especial gracia los voxianos que se escandalizan cuando señalas la transfobia de su adorado partido y de sus acólitos y te saltan con que Vox quiere defendernos de nuestros agresores... los moros. Revisad por un momento las capturas de arriba o, si tenéis estómago, meteros directamente a leer las respuestas del tuit, enlazado más arriba. Comprobad los perfiles y avisadme si veis a algún musulmán porque yo he sido incapaz de encontrarlos. Todos los perfiles implicados en decir esta clase de mierda se pueden clasificar en dos grupos: son o "patriotas" (palabra detrás de la que se ocultan nacionalistas de extrema derecha simpatizantes de Vox, España 2000 y compañía) o feministas radicales/radfem de la corriente terf. Por ahora todavía veo a alguna que es argentina, pero la mayoría se ve que son españolas por los tuits de su perfil. Con esto no quiero decir que no haya moros que incurran en comportamientos y comentarios tan vomitivos como estos, simplemente que NO son la mayoría de los que los protagonizan y eso es algo que he podido comprobar hablando con otros compañeros del colectivo, que me comentan que la mayoría de los ataques hacia ellos han provenido de compatriotas suyos, muchos religiosos pero también gente que se considera comunista y similares, gente de izquierdas y de más allá que nos ve con recelo y asco, considerando que somos un problema por existir y visibilizarnos para que ellos consigan sus aspiraciones políticas. Ven fatal que los partidos comunistas europeos no sean como antes, que no consideren que la homosexualidad es un "vicio burgués" como dijo cierta figura comunista, que no nieguen que la transexualidad existe y que somos un colectivo excluido socialmente y con una tasa de paro altísima. Su mentalidad y conocimientos son más propios de alguien del siglo pasado que de este, aprobando que países como Corea del Norte nos persiga y otros, como Cuba, pasen olímpicamente de los cubanos lgtbi y muy de vez en cuando hagan algún gesto a la comunidad, pero poco más.
El caso es que la gente, llamémosla, facha se queja de que, según ellos, la izquierda se haya apropiado de nosotros y de nuestras reivindicaciones, pero luego ellos nos usan como arma contra los que consideran que son sus adversarios (musulmanes) y se dedican a hacer precisamente lo mismo (o casi) que los fanáticos de esa religión, apoyando la derogación de leyes que no se han leído, demostrando una ignorancia sobre sexualidad tan grande como la de sus enemigos y hasta apoyando a organizaciones como Hazte Oír -Vox Andalucía la calificó de organización de utilidad pública- y sus ramificaciones Citizen Go y Actuall. La cara de cemento armado.
Sean de donde sean, alaben al dios que alaben, son la misma basura que contribuye a que los que somos lgtbi no vivamos en igualdad respecto al resto. Hasta hace bien poquito, alguien trans que quisiese modificar su dni y, por consiguiente, su partida de nacimiento, tenía que esperar dos añazos de tratamiento hormonal antes de poder presentarse al registro civil e iniciar la solicitud. Para quienes no lo sepan, cualquier otra persona que quiera modificar su nombre legal no tiene que esperar ningún periodo de tiempo en concreto. Basta con que pueda demostrar que está usando su nuevo nombre en su día a día -lo cual para algunos es una jodienda muy gorda, todo hay que decirlo- para que le reconozcan lo que pide y se modifique la partida de nacimiento y el dni. ¿Qué sucedía también hasta hace poco? Pues que la ley no permitía a ningún menor trans acceder al tratamiento hormonal, incluso cuando tenía en sus manos un diagnóstico psiquiátrico de disforia de género (este fue mi caso). Daba igual que tus padres estuviesen dispuestos a firmar una autorización para que se te pudiese otorgar dicho cambio, daba igual que llevases un porrón de años acudiendo a la unidad de género de turno y los especialistas de ahí estuviesen a favor de ayudarte en ello, porque la ley era la que era e infringirla les podía poner en apuros tan gordos como el cierre de la unidad y cosas peores. Pedir una autorización judicial era un proceso largo y engorroso que podía llevarte más tiempo del que te quedaba para ser mayor de edad y poder recibir las putas hormonas, con lo cual empezabas un tratamiento que necesitabas tarde y te cambiabas el dni todavía más tarde, quedándote expuesto a cientos de situaciones incómodas y hasta peligrosas que implicasen enseñar el dni o usar el nombre legal. Todavía recuerdo como, en una renovación de dni que tuve que hacer, la que me atendió no se creía que ese dni sin cambiar aún fuese mío. Imagina tener que dar explicaciones a desconocidos sobre un detalle de tu vida del que no debería enterarse nadie que no te conoce de antes de transicionar, a menos que tú lo decidas. Imagina la vergüenza de que te llamen en la sala de espera del médico por el nombre legal porque tu doctor habitual, el que sabe cómo te llamas ahora, no está ese día y la gente se te queda mirando, murmurando o hablando en voz alta sin importarles que les oigas. Imagina que incluso cuando han modificado las leyes recientemente y han facilitado mucho la vida a los menores trans, a los mayores de edad todo les sigue siendo un camino pedregoso y lento. Imagina ir a buscar trabajo y por notarse que eres trans, tu candidatura sea automáticamente descartada.
Imagina además que ser algo que no has elegido y que no afecta a nadie más que a ti y, en menor medida, a tus más allegados, conlleve recibir comentarios como los ya analizados arriba. Imagina meterte a redes sociales o foros que no tienen nada que ver con sexualidad y acabar encontrarte todos o casi todos los días con mierda que no te dicen directamente si no haces público que eres trans o lgbi, pero que a fin de cuentas también va dirigida a ti. Mierda como tacharte a ti y al colectivo trans o incluso a todo el lgtbi de enfermos mentales y locos. Imagina contestar y defenderte a ti y a los demás y que encima te tachen de irrespetuoso, de querer coartar la libertad de expresión -por lo visto dicha libertad no va de la mano con poder replicar a los demás-, de sectario, de amargado... todo porque MUCHA gente, pese a la tolerancia que se ha ido extendiendo por nuestro país, todavía se cree que puede hablar de lo que no conoce, cagándola estrepitosamente, creyéndose con derecho de determinar si TÚ sufres discriminación o no en base a lo que ellos ven y oyen en su entorno, creyéndose que la biología es tan simple como la introducción que dan en primaria y secundaria y que su profundo desconocimiento de ella justifica la discriminación, los insultos y la negación de tu identidad, de quien eres, todo esto sin derecho a réplica. Ahora imaginad que después de tener que soportar mierda así todos los días acabas con los ánimos por los suelos, con inicio de depresión, con ideación suicida, y para colmo, los mismos que se han encargado de enterrarte en la mierda ahora te dicen que eres un cuentista, que eres parte de un lobby que quiere vivir de subvenciones y de dar pena, que toda la ciencia que les muestras y que no dice lo que ellos afirman no es ciencia de verdad y la has pagado tú y los tuyos, que por ende no van a participar en "tu fantasía", citando literalmente al sinvergüenza de Laje, que te "disfrazas de mujer por deporte" o viceversa. Esta es la realidad de las personas trans a día de hoy de hoy en España: no tenemos derecho a vivir conforme a nuestra identidad real sin tener que aguantar lo que la gente cisexual/no transexual, por suerte, no vive ni vivirá jamás. El hecho de que en otros sitios esa realidad sea aún peor y más peligrosa realmente no consuela a nadie. Es por ello que los que aún podemos ponernos en pie y pelear seguiremos haciéndolo de un modo u otro; en mi caso, por medio de este blog y de la página Skeptical Gay, a la que me he unido recientemente y espero aportar contenido útil para los seguidores. Pelearemos tanto por cambiar esta realidad en España como para otros países y venceremos, más pronto o más tarde, pero venceremos.
Bonus track: desempleo de la población transexual en España.
Sería bueno poner etiquetas en los posts para encontrar mejor ciertas temáticas.
ResponderEliminarHola, Santiago. Tomo nota de tu sugerencia.
EliminarUn saludo y gracias por leer.